Re: La cena... (Cont. Priv.)

[Sophie]

Se lo estaba pensando bastante, no estaba segura, pero… no podía decirle que no. Sabía que era mejor eso a que él se decepcionara con ella por no hacer el dibujo. Suspiró tranquilamente con los ojos cerrados, para después de unos segundos abrirlos y mirar a Milo. Le dedicó una sonrisa amigable, asintiendo con la cabeza.
- Entonces, de acuerdo – Respondió alegremente – Te haré el dibujo lo mejor que pueda.
Sin pensarlo dos veces, Sophie se puso de pie y abriendo el armario, sacó una libreta de dibujo grande, al igual que un lápiz. Volteó de nuevo hacia Milo, acercándose con todo en mano. Se sentó en la cama junto a él, con ambas piernas colgando, y abrió la libreta, preparándose para comenzar.
- ¿Podrías ponerte frente a mí? – Preguntó amablemente – Puedes poner la pose que quieras – Rió levemente después de decirlo.

[Milo]

Escuchar la respuesta afirmativa de la humana causó en mi un gran estallido de alegría. "¡Bien!" Exclame pletórico y sentado sobre la misma cama comencé a dar botecitos durante el tiempo suficiente como para que a Sophie le diera tiempo a levantarse y agarrar todos los instrumentos para hacerme el dibujo.
Al volver junto a mi la muchacha me pidió educada que me pusiera delante de ella e hiciera la pose que quisiera. Asentí con la cabeza y rápido me coloqué delante de ella. Me agaché poniéndome en cuclillas y con las manos apoyándose en el suelo delante mio. Casi parecía un perrito que pedía a su amo algo de comer pero yo solo sonreía mirando a la humana. Sonreía porque quería quedar lindo en el dibujo de Sophie pero también porque estaba realmente feliz de que ella estuviera retratandome.

[Sophie]

Sonrió una vez que vio a Milo posar para ella. Le resultaba divertida la manera en que se había puesto, así que soltó una pequeña risilla. Miró hacia el cuaderno, pensando en cómo debería comenzar… y empezó. Comenzó por trazar los bocetos de lo que sería el rostro de su amigo, después el cuerpo y los detalles. Al principio el lápiz apenas rosaba con el papel, pero poco a poco los trazos comenzaron a ser más fuertes, una vez que estaba segura de que se verían bien.
De vez en cuanto alzaba la mirada para ver a Milo, y así reflejarlo en el dibujo. Aquéllos detalles del chico que al principio habían pasado desapercibidos por ella le sorprendieron un poco. Y eso que apenas estaba por la mitad.
Los minutos pasaron mientras Sophie avanzaba. Sólo esperaba que Milo no se estuviera cansando; lo hacía lo más rápido que podía, pero también con calidad, o al menos eso intentaba. Dio un pequeño suspiro, pues ya había terminado una parte.
Detalles importantes comenzaron a ser trazados en el cuaderno, con algo de seguridad y firmeza, se encontraba concentrada en el dibujo. Incluso una expresión seria se hallaba en su rostro, pero que no dejaba de lado la amabilidad con que lo hacía.
Faltaba ya poco, avanzaba lentamente, pero segura de cómo lo llevaba. Unos cuantos trazos más, pequeños detalles que no quería dejar pasar, eran la última cosa que faltaba…. Y así, estuvo listo.
- Ah… - Exclamó, levantando el cuaderno un poco y estirándolo hacia el frente – He terminado.
Se oyó algo sorprendida, pues no había tardado tanto como esperaba. Miró de nuevo hacia el frente y le sonrió a su amigo, que aún se encontraba en la pose. Rió levemente después, acercándose hacia él mientras se inclinaba a su lado, buscando mostrarle el dibujo.
En aquél pedazo de papel se encontraba el “retrato” de Milo, o al menos eso esperaba ella, que se pareciera… Pero, por dentro, había quedado satisfecha, pues sentía que no lo había hecho mal. Sentía que era el mejor dibujo que había hecho hasta ese momento, probablemente por el sentimiento que le había puesto para que quedara bien para su amigo.

[Milo]

Creo que con este posado para Sophie batí mi récord personal de estarme quieto sin decir nada. No fue fácil para mi no moverme durante mas de diez minutos, pero la ilusión que tenía en que mi amiga me hiciera un lindo retrato me mantenía motivado.
La humana parecía bastante concentrada en dibujar y eso me halagaba pues decía lo mucho que le importaba cumplir con mi petición. Sin duda esperar quietecito para poder ver la obra de Sophie valdría la pena.

Al final el lápiz de la artista acabó por detenerse con un aliviado suspiro y un sencillo "he terminado". Sentí la tentación de arrebatar el cuaderno de Sophie y echar un vistazo al retrato cuanto antes, pero me detuve por educación y porque mis piernas se habían quedado dormidas. De todos modos mi agonía no duraría mucho pues la misma chica se agachó a mi lado poco después y me dejó ver su dibujo.

-Impresionante... -Exclamé con los ojos abiertos como platos -Soy yo, y con mis orejitas y mi cola... -Delicadamente tomé el cuaderno de las manos de mi amiga y lo miré con aun mas detenimiento -Eres una dibujante excelente Sophie, este es el cuadro mas bonito que he visto nunca. Mucho mas bonito que aquel del unicornio en el espacio y mas incluso que el del payaso que llora -En este punto tenía el papel tan pegado a la cara que casi parecía que me lo quería comer -Es impresionante Sophie... -Repetí.

[Sophie]

Sophie sintió arder levemente sus mejillas. ¿En verdad le había gustado tanto el dibujo a Milo? Sonrió levemente al pensar aquello, pues ella no recordaba que alguien le hubiera dicho esas cosas sobre un dibujo suyo; la mayoría sólo lo veía y sonreía, pero no decía nada importante que le hiciera sentir que lo había hecho bien. Estaba feliz de que por lo menos Milo pudiera alagarla de esa manera, se sentía bien pues era su amigo.
- Muchas gracias, Milo – Agradeció sonriente y alegre – Ah, también por posar para mí por tanto tiempo – Rió felizmente.
De pronto decidió arrancar la página del cuaderno con sumo cuidado, no sin antes ponerle su firma y una dedicatoria. Se la extendió a Milo, esperando que pudiera aceptar el regalo.
- Es para ti, me gustaría que lo tengas.
Después de todo, lo había hecho para él. Lo tomaba como si fuera un recuerdo de ella. No sabía si el chico lo consideraría un gran regalo, pero por lo menos se sentiría bien si él lo conservaba.

[Milo]

Embobado seguía observando los trazos de la ilustración, tan ensimismado en el retrato que ni escuché los agradecimientos de Sophie a mis halagos y a mi actuación como modelo. Pero hubo algo que sí pude escuchar.
La muchacha agarró el cuaderno de nuevo, escribió unas palabras en una esquinita y tras arrancarlo cuidadosamente del cuaderno me lo entregó diciéndome que le gustaría que yo me lo quedara. Mis ojos se llenaron de chispitas con esa declaración. Ésta que era la obra de arte más preciosa del mundo podía ser mía y totalmente gratis, era maravilloso.

-¿El retrato... para mi? oh gracias Sophie, es el mejor regalo que me han hecho nunca... -Me abracé a la humana realmente ilusionado pero mientras la abrazaba pensaba en el dibujo y entonces me di cuenta de algo. Mucho mas sereno me separé de la humana y la miré a los ojos -¿Sabes? en realidad yo no debería quedarme el dibujo -Dije algo triste -El retrato es precioso y me encanta, pero me gusta demasiado como para que yo lo tenga. Yo soy un gato que va de allá para acá encontrando problemas en cada esquina, vivo en la calle y soy muy propenso a tener accidentes. Si me quedara el dibujo seguro que éste se arrugaría y rompería en menos de una semana -Expliqué -Yo creo que tu deberías quedártelo. Aquí el dibujo estará a salvo y si me dejas siempre que lo quiera ver podré venir y encontrarlo tan limpio y nuevo como lo está ahora -Sonreí encantado con mi idea -Además el del dibujo soy yo, si lo llevara para mi solo sería un espejo pero si tú te lo quedas podrás verme siempre que quieras aunque no esté aquí.

[Sophie]

Se sorprende un poco por el pensamiento del chico. A decir verdad, tenía mucho sentido lo que él estaba diciendo, pero aún así, ella quería que Milo tuviera algo de su parte, se sentiría más tranquila así.
Bajó la mirada hacia el dibujo, observándolo un poco se le vino a la mente una idea que tal vez le gustaría al chico. Sonrió levemente, estaba segura de que ésta vez no lo rechazaría.
Tomó otra hoja del cuaderno y comenzó a dibujar rápidamente, bastante concentrada en ello. Garabateó unas cuantas cosas y puso los detalles velozmente. Lo firmó a lo último, para después dárselo al chico.
- Entonces esto – Dijo con firmeza – Quédatelo.
El nuevo obsequio era un sencillo dibujo de ella en pequeño (chibi), sonriendo felizmente. Lo había hecho rápido, pero aún así, esperaba que a Milo le gustase.

[Milo]

Sophie se sorprendió de mi respuesta pero yo tenía mis motivos para darla. El dibujo que había hecho me encantaba pero creía que la que mas se merecía tenerlo era ella. De todos modos, la humana no se desanimó. Simplemente volvió a bajar la cabeza y en un tiempo récord hizo otro dibujo que de nuevo me ofreció.
Lo tomé con ambas manos y lo miré con detenimiento. Enseguida se volvió a formar una amplia sonrisa en mi faz.

-¡Eres tú! -Exclamé animado -En verdad tu no tienes una cabeza tan grande pero te ves muy graciosa -Comenté divertido del simpático dibujo de Sophie -Está bien, este dibujo me lo quedaré. Lo miraré cada día y seguro que me acordaré de ti.

[Sophie]

Rió un poco por la opinión de la cabeza grande. Es verdad que la había hecho de mayor tamaño, pero ese era el caso, que el dibujo quedara divertido y gracioso. Se sentía aliviada de que le hubiera gustado el dibujo y más aún cuando él le dijo que lo conservaría. Sonrió alegremente por eso, pues en verdad la puso feliz.
- Que bien que te haya gustado – Dijo sinceramente.
A decir verdad, hacía mucho tiempo que no le ponía tanto empeño a dibujar. Tal vez se le había pasado la inspiración en esos años, pero en ese momento sentía que podría dibujar lo que quisiera. Su sonrisa no se desvaneció ni por un instante.

[Milo]

Sonreí encantado con el divertido regalo de Sophie y tras unos instantes mas de admiración dejé el simpático dibujo sobre la mesilla de noche. Al día siguiente me lo llevaría conmigo pero por ahora lo dejaría descansar para no arrugar el papel demasiado.
Miré la cama y luego miré a Sophie. Aunque no tenía la menor idea de la hora que sería, después de toda estos momentos de diversión, seguro que se había hecho tarde.

-Supongo que ya eso hora de irse a dormir. Me he dado cuenta de que tus parpados están un poco mas bajos que de costumbre -Reí bromista -Ha sido un día fantástico Sophie... me alegro mucho de haberte podido conocer y que ahora seas mi amiga -Me acerqué mucho a ella y sin previo aviso le dediqué un beso muy cariñoso en su mejilla -Buenas noches amiga.

[Sophie]

((Off: Lamento la tardanza x_x Es que me enfermé y hasta ahora he podido responder.))

Sophie se sintió bien de poder ver al chico feliz por algo que ella le había dado. Dibujar algo así había sido algo divertido, pero más aún lo era por ser un regalo para alguien. Ese día había sido diferente de los anteriores, los cuales eran casi iguales, como una rutina. Agradecía poder haber conocido a alguien tan divertido que posteriormente se convertiría en su amigo.
Se limitó a sonreír cuando escuchó las palabras de Milo, pues ella pensaba lo mismo. Se sorprendió un poco por el beso en la mejilla, pero después rió alegremente, e incluso le devolvió el beso en la mejilla.
- ¿Sabes? Yo pienso lo mismo que tú – Admitió sin dejar de sonreír, diciéndolo muy sinceramente – Buenas noches, también... el tiempo pasa rápido cuando te diviertes.
Exactamente, porque ella se había divertido. Hace bastante tiempo que no se reía tanto; tal vez por las preocupaciones que tenía y por estar tan concentrada buscando a su hermano. Ahora se sentía un poco más relajada que de costumbre. ¿Quién imaginaría que tanta diversión pudiera ser relajante? Ella no se lo imaginaba.

[Milo]

((Off: No te preocupes Sophie, yo solo me alegro de que ahora estés bien ^^))

Acepté con sumo gusto su beso de buenas noches y asentí convencido a sus palabras. El tiempo pasaba volando cuando te estás divirtiendo y éste día con la humana había sido muy divertido.
Me levanté de un salto y fui raudo hasta el futón que Sophie me había prestado para que pasara la noche. Ésta iba a ser la primera vez que usaba un colchón de este tipo así que no podía evitar estar algo emocionado. Levanté la colcha y me metí debajo. Enseguida una sensación cómoda y calentita invadió mi cuerpo logrando que me relajara mucho, tanto que acabé cayendo rendido al sueño.

-Lasaña de carne... prrrrrrr -Ronroneaba plácidamente entre sueños.

[Sophie]

Cuando Sophie vio a Milo recostarse en el futón, ella le siguió. Se recostó en su cama y se tapó con las suaves sábanas que ahí tenía. Miró por un rato el techo, pensando en qué pasaría al día siguiente. Tendría que buscar algo bueno para desayunar, y esperar que le gustara a su invitado. Volteó un poco la cabeza y rió un poco cuando escuchó lo que el chico decía entre sueños, pues le resultó divertido.
Después de unos segundos se dio cuenta de que ya debía de dormir, así que se acomodó un poco mejor en la cama y cerró sus ojos; abrazó a la almohada que tenía a su lado, quedando profundamente dormida después de unos segundos.

[Milo]

Mis ojos se abrieron muy despacio con la creía que sería la llegada de un nuevo día pero no lo era. A través de la ventana de la habitación aun no pasaba luz alguna y según el reloj del DVD aun eran las tres y media de la madrugada.
Me levanté del futón y fui andando tranquilo hasta la cocina. Allí me serví un vaso de leche y con él regresé a la habitación. Al llegar mi mirada se quedó clavada en ese bulto sobre la cama. Ajena a mi insomnio Sophie seguía durmiendo plácidamente. Esa hermosa visión hizo que a mi mente le asaltara una idea realmente osada.
Yo nunca había compartido cama con una chica y aunque sabía que hacerlo sin el permiso de ella no era educado, tampoco pensaba hacerle ningún daño y además tenía la confianza de que Sophie era amiga mía.

Con mucho cuidado para no interrumpir su sueño me fui colando entre las sabanas. Me pegué a ella bastante pero me aseguré de no entrar en contacto directo con ella. Yo estaba de lado así que podía ver perfectamente su cara al dormir. Me quedé así varios minutos, observando con autentica fascinación sus parpados cerrados y su tranquila respiración hasta que yo mismo volví a caer victima del sueño.

[Sophie]

Miles de cosas pasaban por la mente de Sophie en ese momento. Estaba profundamente dormida, tanto, que sus sueños no tenían sentido. Imágenes al azar inundaban sus pensamientos, que realmente no entendía cómo es que esas cosas serían posibles.
A pesar de estar dormida, estaba consciente de algunas cosas de su alrededor, pero no les ponía atención. Era como estar tan tranquila que ni siquiera le importaba lo que pasara allá afuera. Por un momento sintió leves movimientos a su lado, pero le preocuparon más sus sueños. Se acomodó mejor en la cama, abrazando nuevamente a la almohada que antes había dejado a un costado. Y así, cada vez fue menos la atención que podía poner a su alrededor.
Pasó el tiempo, y ella seguía dormida, por lo menos hasta que una luz comenzó a molestarla. Para ella, habían pasado sólo algunos minutos, ¿cómo era posible que ya estuviera claro todo? Abrió levemente los ojos, pero aún no podía ver con claridad; sólo veía un reflejo de luz que le daba en el rostro. Bostezó y parpadeó varias veces, mientras su mano frotaba su ojo derecho que comenzaba a lagrimar debido al sueño. Miró al frente, dispuesta a encontrarse cara a cara con la almohada… pero ésta le resultó algo extraña.
- Que almohada tan rara… - Murmuró con despiste mientras volvía a bostezar.

[Milo]

En mi sueño estaba en un gran prado verde durante un día precioso de verano y estaba persiguiendo divertido conejitos de colores. Lo cierto es que me costaba alcanzarlos pero verlos brincar e ir detrás de ellos ya era lo suficientemente divertido. Pero entonces pude atrapar uno de color violeta, lo sostenía entre las manos y lo abrazaba suavemente cuando entonces el abrió la boca y me dijo "Que almohada tan rara". Eso era extraño, extraño incluso para un sueño así que me desperté.
Al abrir los ojos y ver a la humana desperezándose ante mi me llevé una gran impresión. Yo no recordaba estar tan cerca de ella cuando me fui a dormir y además tampoco me había dado cuenta de que durante el sueño mi cola gatuna se había enredado en una pierna suya. Esto era un poco vergonzoso...

-Esto... buenos días Sophie -Pronuncié nervioso y colorado como un tomate.

[Sophie]

¿Eso era una almohada? No recordaba que la suya fuera… así… Incluso parecía que hablaba, que le había dado los buenos días. Sophie se detuvo a pensar un momento; las almohadas no hablaban. Alzó un poco el rostro, encontrándose así con un rostro, uno que reconocía bastante bien. Pero había algo extraño en ese rostro, le parecía que estaba con más color de lo habitual.
- Uhm… Buenos días… - Pudo responder aún con pereza - … ¿Milo?
Al final se dio cuenta de que era lo que pasaba. El rostro y la voz pertenecían a Milo, no es que fuera una almohada extraña. Tanta fue la sorpresa que ni siquiera supo que hacer, sólo se le quedó mirando como si estuviera esperando alguna respuesta por parte de él.
Pronto se dio cuenta de algo más; algo estaba… enredado en su pierna. No estaba segura de qué fuera, porque en ese momento no podía pensar muy bien. En lugar de moverse, decidió quedarse así por un tiempo, esperando que Milo dijera algo. De verdad que no recordaba nada de eso la noche anterior.

[Milo]

Tragué saliva algo preocupado tras ver la reacción de la humana al darse cuenta de que esa almohada rara era yo. No es que su rostro fuera de enfado pero si estaba sorprendida y sin duda esperaba una explicación por mi parte. Una explicación que probablemente no le parecería muy convincente a ella.

-Supongo que te estarás preguntando que hago en tu cama -Confesé aun algo avergonzado -Es que me desperté en mitad de la noche y al verte dormir tan tranquila me dieron ganas de dormir contigo -Expliqué sincero -Lo siento si te ha molestado, no quería incomodarte.

Bajé las orejas y mi cola se desató suavemente de la pierna de la muchacha. Aun no sabía como reaccionaría Sophie a todo esto pero solo deseaba que este desliz no rompiera nuestra amistad.

[Sophie]

((Off: Siento si ahora tardo más en responder, pero ya comenzaron mis clases y estaré un poco ocupada > < ))

Ah, en un momento comprendió lo que había pasado. Se le quedó mirando al chico un buen tiempo, ni siquiera sintió que lo que había estado en su pierna se había ido. Sophie se levantó y se sentó en la cama, mirando al frente. Parecería un poco perdida si no es que parpadeaba. Luego de un tiempo, volteó para verlo y de pronto comenzó a reír levemente.
- Con que era eso – Comenzó a hablar sin dejar de reír – No te preocupes, es sólo que… no me lo esperaba.
Volteó un poco más para poder apoyar sus rodillas en la cama y sentarse en sus propias piernas. La risa se había desvanecido, pero la sonrisa en el rostro de Sophie aún estaba presente.

[Milo]

((Off: No es necesaria la disculpa, lo entiendo perfectamente ^^))

Ver la mirada perdida de Sophie me hizo pensar en lo peor. Por un momento me vi echado a patadas del hotel y perdiendo la única amistad que tenía en esta ciudad, pero entonces escuché el sonido mas lindo que podía haber, la risa de la humana.
Sophie se dio la vuelta y le quitó toda importancia a este asunto solo explicando que su reacción se debía a la sorpresa que se habría llevado. La sonrisa que veía en su rostro era sincera así que también debían serlo sus palabras. Resoplé realmente aliviado y solo entonces pude volver a sonreír.

-Gracias por entenderlo -Me levanté lentamente de la cama y me acerqué a ella para endosarle un fuerte abrazo de reconciliación -De todos modos sé que no debería haberme colado en tu cama sin decirte nada, pero no quería despertarte para eso -Me expliqué aun algo avergonzado -¡Ah! y perdona lo de mi cola... yo no quería tocarte pero es que cuando duermo a veces se vuelve medio loca y hace cosas sin pensar.

[Sophie]

Se notaba que Milo estaba aliviado después de lo que ella había dicho. Quién sabe qué se le habría ocurrido al chico, pero era cierto que no estaba molesta. Sabía que cosas como esa podían pasar… o por lo menos eso era lo que creía. Sophie no quería que su amigo se sintiera mal por cómo fuera a reaccionar ella, así que por eso rió. Le gustaba reír y que su risa contagiara a otras personas.
Él la abrazó, sorprendiéndola un poco, pero al final acabó dejándose abrazar. Escuchó lo que dijo y tenía razón; a nadie le gustaría despertar a otra persona de un profundo sueño, ni siquiera a ella. Notaba en su voz que aún estaba algo avergonzado, pero no le tomó importancia. Por lo de la cola… probablemente fue un accidente.
- Ya, no te preocupes por nada – Dijo con alegría – Oh, por cierto… ¿qué quieres desayunar? – Terminó preguntando sin pensarlo mucho.

[Milo]

¿Desayunar? Levanté mis cejas con sorpresa. Lo último que esperaba después de este incomodo incidente es que Sophie me invitara a desayunar con ella. Cierto era que no parecía darle demasiada importancia a lo que había ocurrido en la noche, pero después de haber pasado la mitad del día de ayer con ella y todos los favores que me había concedido en todo este tiempo pensé que mi cupo de buena suerte se habría acabado.

-¡Desayuno, wiii! -Exclamé feliz dando leves saltitos con la humana -Pues quiero desayunar unas tostadas con mermelada o... quizás un bol de leche con cereales o... una macedonia de frutas o... tortitas o... el desayuno continental, huevos fritos y bacon o... -Podía pasarme todo el día enumerando todo tipo de desayunos riquísimos pero de seguro que no podría elegir solo uno.

[Sophie]

Se notaba en verdad que Milo estaba ansioso por el desayuno. Vaya, ella ni siquiera lo pensó mucho cuando lo preguntó, por lo que realmente no sabía qué era lo que desayunarían. Parpadeó varias veces al oír todas las opciones de él, aunque no estaba segura de qué tendría en ese momento en el refrigerador. Se acomodó un poco en la cama y comenzó a recordar las cosas que había comprado unos días antes.
- Uh… Creo que… - Comenzó pensativa, con una expresión de concentración – Tengo para hacer las tostadas con mermelada y también la leche con cereales… ah, también tengo para hacer los huevos fritos – Informó mientras recordaba cada una de las cosas - ¿Qué es lo que se te antoja más? – Terminó preguntando con una sonrisa.
Le parecería agradable el desayunar cualquiera de esas cosas, ya que estaría con su amigo compartiéndolo. Ella sólo esperaba que él eligiera lo que en verdad quisiera, pues seguro que así se disfrutaría mejor el desayuno.

[Milo]

-Mmm en ese caso... creo que... -Acariciando mi barbilla, meditando las opciones con cuidado -Creo que prefiero desayunar tostadas con mermelada -Contesté muy sonriente.

Me alcé definitivamente de la cama y regresé junto al futón que me había prestado Sophie. Lo aireé un poco y lo enrollé para poder volver a guardarlo en el armario pero al alzar el pesado colchón por encima de mi cabeza me venció el peso y acabé cayendo de espaldas al suelo y el futón sobre mi.

-Ouu... -Me dolí de la cabeza -En ayunas siempre estoy tan debil... creo que tendrás que hacerme tostadas extra para que pueda recuperar bien las fuerzas...

[Sophie]

Muy bien, entonces serían tostadas... Se levantó de la cama algo sorprendida por el repentino caer de Milo. Fue hacia él y le miró, seria en un principio, pero no pudo evitar sonreírle después. Se aseguraría de hacer un buen desayuno; no quería ver a su amigo cayéndose por todas partes por culpa de no comer bien.
Alzó levemente el futón para ayudar a Milo a levantarse. Tal vez el solo no pudiera, pero era seguro que entre dos personas sí lograrían guardarlo en el armario.
- Te ayudaré – Dijo sonriente mientras le ayudaba – Así será mucho más sencillo.
Estaba segura de que Milo no se habría lastimado o algo parecido, pues sabía que era un chico muy resistente. Eso era lo que le hizo capaz de sonreír de esa manera.

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